Los contratos de arras son relativamente frecuentes en el mundo de la inmobiliaria. Su funcionamiento, bajo iniciativa propia y de carácter privado, hace que sean una cuestión compleja de controlar en ocasiones. Por ello, en este artículo te damos a conocer todo lo que necesitas saber acerca de su utilidad y pertinencia.
¿Qué son las arras?
En derecho, las arras son una fórmula que introduce un compromiso legal entre dos personas. De este modo, el acuerdo se ve reforzado por la existencia de estas y se convierte en vinculante.
En el ámbito de la compraventa de pisos, el contrato de arras es un documento que compromete al comprador a efectuar la operación. De esta forma, adelanta una parte del capital total (conocida como «señal») que no le será devuelta si, finalmente, no decide concluir el proceso.
Después de haber visto que son las arras, es conveniente hacer referencia a sus tipos:
- Arras confirmatorias. No funcionan como indemnización en caso de incumplimiento, pero el vendedor puede exigir judicialmente la conclusión de la operación.
- Arras penitenciales. En caso de incumplimiento, el vendedor se queda con la señal, pero este la debe devolver por duplicado si es él quien no se ajusta a lo firmado.
- Arras penales. El vendedor puede retener el dinero si se incumple el contrato y, además, exigir que la venta se produzca mediante demanda judicial.
¿Cuándo se recurre a un contrato de arras?
Este procedimiento se lleva a cabo cuando un vendedor tiene especial interés en traspasar su piso de propietario en poco tiempo. Sin embargo, su utilidad suele ser general, es decir, no hay una única operación que recomiende su imposición. Lo más usual es firmarlo ante la propia inmobiliaria, pero la vía más recomendable es hacerlo ante notario.
¿Para qué sirve un contrato de arras?
Las arras sirven para crear un vínculo legal entre el comprador y el vendedor. Por tal razón, este último no tiene que guiarse por la mera voluntad, sino que puede actuar en función de una cierta seguridad. En caso de que el comprador no cumpla su parte, el propietario puede quedarse con la señal o exigir la venta por la vía judicial.
Hay que tener en cuenta que se trata de un documento privado. En este sentido, el capital que se adelanta dependerá siempre de lo que se exponga (generalmente, lo decide el vendedor). Lo más común es que ronde el 10 % del total del inmueble. Asimismo, le sirve al comprador como reserva del piso.
En definitiva, es fundamental conocer los contratos de arras y las obligaciones que pueden imponer. Para ello, recomendamos contar con asistencia legal en estas operaciones. La clave está en transmitir seguridad y certidumbre durante todo el proceso de adquisición.
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